Como el documental muestra, la fotógrafa Zana Briski intentó cambiar, a través de la fotografía, la realidad de los hijos de las prostitutas del barrio Rojo de Calcuta.
Su objetivo era posicionar a los niños en el colegio para tener una buena educación y formación para un mejor futuro, tras mucho insistir en los colegios y buscar uno que aceptasen a niños del barrio rojo, mitad de niños no acuden porque sus familiares no quieren, incluso muchos de ellos una vez dentro del colegio, se lo dejan.
Con este documental hemos podido observar que por mucho que intentes mejorar una zona, las raíces de ésta te lo impide. Y con esto quiero hacer referencia al tema de la educación reglada.
Con esto revoco en la idea de que por muy malas que sean las circunstancias el cambio no gusta…y la mejor vida, la ven muy lejana, pensando que si sus hijos van al colegio será perder el tiempo, cuando lo que tienen que hacer es trabajar para aportar recursos a casa.
Mientras no haya una visión diferente, de arriesgarse y exponerse al cambio, muy pocas cosas se pueden hacer en el barrio rojo para que haya una mejora.
En definitvo, es una película que, sin duda, deja en el aire muchas preguntas abiertas que invitan a la reflexión… ¿Puede la fotografía cambiar la vida de unos niños condenados al fracaso y a la miseria? ¿Se puede a través del arte cambiar la realidad de las personas?
No creemos que pueda llegar a cambiar la vida, pero sí que el arte de la fotografía puede hacer que unos niños sean capaces de “escapar” de su realidad y al mismo tiempo mostrarla a través de sus fotografías.
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